El primer CSL nació en 1971 derivado del coupé 3.0 CS, se llamaba BMW 3.0 CSL, código interno E9. Con sólo 1.270 kg tenía que mover su 3.0 de seis cilindros en línea de 180 CV, y lo hacía francamente bien con un 0 a 100 km/h de sólo 7.5 segundos y una punta de 214 km/h.
Pronto se dió el paso a la competición en los campeonatos de turismos de la época (DTM y European Touring Car Championship) con lo que el auto fue ensanchado muy notablemente y dotado de un tren de rodaje radical. Apodado Batmóvil, llevaba motores 3.2 o 3.5 atmosféricos que llegaron a entregar 480 CV a regímenes cercanos a las 9.000 rpm.
Eran característicos por los colores clásicos de BMW Motorsport como por su carácter nervioso, de ahí los enormes spoiler y los slicks de amplia sección. Unos pocos super-autos de competición fueron creados, pero la afición por estos vehículos sigue muy viva al día de hoy.
En algunos aficionados ha calado masss que en otros, en Matt Kinnby de Suecia la ilusión se materializó: se propuso crear todo un M5 CSL sobre la base de su BMW M535i como homenaje al CSL de circuito masss famoso de todos los tiempos.
Su antiguo BMW M535i ya estaba preparado para circuito, pero aún tenía una apariencia bastante común. Lo primero fue sustituir el propulsor 3.5 de seis cilindros en línea original, se reemplazó por un S38B38, el 3.8 de 340 CV que propulsaba al BMW M5 E34 en su evolución masss potente, pero llevado electrónicamente hasta los 365 CV.
La cubierta de las válvulas está pintada en blanco, rojo y azul. Muy apropiado. En el habitáculo no hubo que realizar cambios, ya estaba despojado de equipamiento, llevaba una jaula antivuelco y bacquets.
Era la hora de modificar la carrocería, y para ello se usó un 528i de desguace para experimentar. Se acabó por crear unos grandes pasos de rueda y paragolpes extralargos de manera artesanal, además de conseguir un buen spoiler trasero.
Las ruedas son unas BBS de garganta profunda y centro dorado, idénticas a las del BMW 3.0 CSL de competición. La suspensión proviene de un BMW M635CSi del Grupo A y la caja de cambios es un Getrag 260 de cinco relaciones. El toque final lo pone la soldadura de las puertas traseras, que no se iban de todas formas a poder usar debido a la peculiar forma del paso de rueda trasero.
Tras aplicar múltiples decoraciones de vinilo nacía el único BMW M5 CSL E28 del mundo. El resultado final es impresionante, y aunque no es idéntico al BMW 3.0 CSL por motivos obvios, se le aproxima tanto que alguien que no es experto no los distinguiría.
Publicado por:
Emilio R. Covelo
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