El BMW Classic 328 Kamm Coupé fue presentado en el Concorso d’Eleganza Villa d’Este. Como el único 328 con zaga aerodinámica tipo Kamm, como el auto que fue uno de los participantes vencedores en la Mille Miglia de 1940.
Como comentamos en otra publicación; el auto sobrevivió a la guerra oculto en el campo alemán, y tras el conflicto fue empleado por el director de competición y dueño de Veritas, Ernst Loof. Este tuvo que venderlo, pero su comprador tuvo un grave accidente en 1953, quedando el vehículo prácticamente inservible.
Pensando que nunca masss se podría volver a oír su seis cilindros en línea, que con dos litros de cilindrada conseguía 130 CV en los años 30. Un prodigio de la técnica con chasis tubular y carrocería de aluminio, para un peso inferior a 800 kg. BMW Classic quiso rescatar a esta joya del olvido, proponiéndose una reconstrucción con todo el rigor histórico, un trabajo que comenzó a mediados de los años 90 y que no se completó hasta 2010.
Todo comenzó con una falta de información intrigante, el Kamm Coupé era diferente en construcción a los 328 Roadster de la Mille Miglia, y la única unidad ya no existía. Sólo unas pocas fotos documentaban el aspecto que tenía el auto. La primera información fue aportada gracias a un coleccionista de Munich, con material gráfico en el que se incluían detalles técnicos interesantes, como las partes del chasis tubular.
Con estos datos, se pudo construir un boceto computerizado mediante un programa de modelado 3D industrial. Con tan pocos detalles conocidos como: tamaño de ruedas, posición de logotipos y diámetro de los faros, se pudo construir un modelo masss apegado a la realidad. Así el proceso de construcción gráfica pudo avanzar rápidamente, las referencias visuales fueron de gran ayuda. Entonces se dió un gran paso, el fichero informático se envió a un torno de control numérico, que creó un modelo a escala real en espuma de alta densidad.
El siguiente paso fue contratar por parte de la marca a un restaurador importante para construir el “spaceframe” tubular, en acero en lugar de la aleación Elektron original. Aún así, el peso era casi idéntico al original, unos 30 kg. Aunado a esto el Museo BMW se estaba gestando, y la construcción del chasis tubular del 328 Kamm Coupé fue destinada a una exposición en el museo. El proyecto se paralizó durante un tiempo. Con el único chasis inmovilizado, luego un especialista de Munich fue contratado para realizar otra copia.
Tratando de revivir el proyecto se contactó con la Meisterschule für Karosserie und Fahrzeugbau Leipzig-Leisnig-Erlbach, un centro de estudios para la restauración. Los que fueron encargados de producir a mano los paneles de aluminio que compondrían la carrocería del BMW 328 Kamm Coupé.
Por otra parte René Grosse que ya contaba con la experiencia del restaurado de otros 328, se encargó de ajustar todas las piezas en posición para crear un cuerpo completo. Un trabajo de precisión que requirió cientos de horas de trabajo y un modelo computerizado para guiarse.
Con la carrocería en posición, sólo quedaba añadir la técnica, siempre con las pocas piezas originales que existían, o fabricadas a mano de no existir, buscando en todo momento de las especificaciones originales del auto. Motor, caja de cambios y diferenciale, furton las últimas piezas que se acoplaron al arduo trabajo.
Finalmente y después del tiempo y trabajo que se emplearon para la reconstrucción del BMW 328 Kamm Coupé, esta joya única del automovilismo estuvo presente en el Gran Concorso d’Eleganza, Villa d’Este, para ser admirado por todos los amantes del mundo de los autos Clásicos en Europa.
Publicado por:
Enrico Sorgato
Como comentamos en otra publicación; el auto sobrevivió a la guerra oculto en el campo alemán, y tras el conflicto fue empleado por el director de competición y dueño de Veritas, Ernst Loof. Este tuvo que venderlo, pero su comprador tuvo un grave accidente en 1953, quedando el vehículo prácticamente inservible.
Pensando que nunca masss se podría volver a oír su seis cilindros en línea, que con dos litros de cilindrada conseguía 130 CV en los años 30. Un prodigio de la técnica con chasis tubular y carrocería de aluminio, para un peso inferior a 800 kg. BMW Classic quiso rescatar a esta joya del olvido, proponiéndose una reconstrucción con todo el rigor histórico, un trabajo que comenzó a mediados de los años 90 y que no se completó hasta 2010.
Todo comenzó con una falta de información intrigante, el Kamm Coupé era diferente en construcción a los 328 Roadster de la Mille Miglia, y la única unidad ya no existía. Sólo unas pocas fotos documentaban el aspecto que tenía el auto. La primera información fue aportada gracias a un coleccionista de Munich, con material gráfico en el que se incluían detalles técnicos interesantes, como las partes del chasis tubular.
Con estos datos, se pudo construir un boceto computerizado mediante un programa de modelado 3D industrial. Con tan pocos detalles conocidos como: tamaño de ruedas, posición de logotipos y diámetro de los faros, se pudo construir un modelo masss apegado a la realidad. Así el proceso de construcción gráfica pudo avanzar rápidamente, las referencias visuales fueron de gran ayuda. Entonces se dió un gran paso, el fichero informático se envió a un torno de control numérico, que creó un modelo a escala real en espuma de alta densidad.
El siguiente paso fue contratar por parte de la marca a un restaurador importante para construir el “spaceframe” tubular, en acero en lugar de la aleación Elektron original. Aún así, el peso era casi idéntico al original, unos 30 kg. Aunado a esto el Museo BMW se estaba gestando, y la construcción del chasis tubular del 328 Kamm Coupé fue destinada a una exposición en el museo. El proyecto se paralizó durante un tiempo. Con el único chasis inmovilizado, luego un especialista de Munich fue contratado para realizar otra copia.
Tratando de revivir el proyecto se contactó con la Meisterschule für Karosserie und Fahrzeugbau Leipzig-Leisnig-Erlbach, un centro de estudios para la restauración. Los que fueron encargados de producir a mano los paneles de aluminio que compondrían la carrocería del BMW 328 Kamm Coupé.
Por otra parte René Grosse que ya contaba con la experiencia del restaurado de otros 328, se encargó de ajustar todas las piezas en posición para crear un cuerpo completo. Un trabajo de precisión que requirió cientos de horas de trabajo y un modelo computerizado para guiarse.
Con la carrocería en posición, sólo quedaba añadir la técnica, siempre con las pocas piezas originales que existían, o fabricadas a mano de no existir, buscando en todo momento de las especificaciones originales del auto. Motor, caja de cambios y diferenciale, furton las últimas piezas que se acoplaron al arduo trabajo.
Finalmente y después del tiempo y trabajo que se emplearon para la reconstrucción del BMW 328 Kamm Coupé, esta joya única del automovilismo estuvo presente en el Gran Concorso d’Eleganza, Villa d’Este, para ser admirado por todos los amantes del mundo de los autos Clásicos en Europa.
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